Con noche, de divina inspiración
hago mi querer de este momento.
Todos los poetas cogen porción
para hacer de las sombras su invento.
La lumbre prendida de luz controla
esos reinos donde la maldad mora.
Tu sencillez candida atrae toda ola.
Tu llegada y tu huida es sonora.
El vasto raso estrellado es fortuna
para aquellos cristianos penitentes.
En lo alto el Juez espía, desde cuna.
Muchos poemas como este hicieron mentes
como yo, que hícelo sobre luna
Dios y sus ángeles, siempre presentes
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