Un juego de palabras practicamente copiado del Quijote pero con algunas variaciones. De nuevo lo hicé la noche del 23 de abril, realmente fue una noche muy productiva:
La razón de mi sinrazón,
que a razón se razona
destos vocablos germánicos
que sin razón alguna y
sin sino me envïan directo
al desatino, sin menos
sino que el maldecido
eternamente Don Álvaro.
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