La guerra
Las cañas de bambú rotas
entorpecen la senda.
El río se encuentra con las espigas
entre las rosas de las orillas
La hoja marchita todavía se encuentra
en la punta de la flecha.
Pasan las noches y los días,
y el sol carga de otoños
a los enfrentados. Tras el combate
llueve sobre los soldados.
Río y mar se encuentran
intentando alcanzar la playa enemiga.
Ante los interminables ecos,
de los gemidos de los mortales
El cielo comienza a aburrirse.
STRIKEFORCE KITTY
Hace 10 años
3 comentarios:
querido Avendaña, desde el torrido dominio del Emperador, sin escuchar a las chicharras, mando, anudado (de forma invisible) a la pata de un alcón, un beso y un signo de admiración. Que en la judería de Hervás, el clásico, el barroco y el chino no pierdan, bajo ninguna razón, la fuente fresca de la inspiración. Cuide usted, que su sensatez es proverbial, a sus hermanos, al dísculo y a la pequeña viajera. Y que los perros y los gatos (sobre todo el diminuto que hoy recogimos con nuestras manos) también colaboren con sus movimientos ligeros a que lo poético haga habitable el mundo.
Así lo haré.
querido Avendaña, su laconismo es ciertamente admirable. Con el "Así lo haré" me ha dejado. A las cuatro y media de la madrugada disecado. Añada, por favor, si su religión no se lo prohibe, unas líneas más explicándome cuanto placer ha conseguido en esas tierras limítrofes de extremadura con Castilla llamada "la Vieja". Plegándome a sus pies y a sus versos, amorosamente.
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